Floreciendo en Letras

 No te extraño a vos, extraño cosas de vos. Lo cual resulta completamente diferente.  Extraño esos gestos y manías que tenias, o que yo misma te inventé.  Extraño el descubrirte en tantos estados como fueran posibles y disfrutarte en la plenitud de cada uno de ellos, cada día, cada tarde, cada noche.  Por más de que son cosas totalmente simples, inevitablemente sencillas, incomparablemente minúsculas, el paso del tiempo me demostró que son indescifrablemente valiosas. Extraño de vos tu mirada cómplice, el olor que emanaba del mate amargo ese que preparabas, la paz con la que afrontabas mis tormentas y huracanes, el silencio total que te envolvía en la concentración, el movimiento tan particular de tu mandíbula ante un momento de incomodidad o enojo, los mensajes recordando eso que sabias que había olvidado, la bendición antes de irme a dormir, las ocurrencias sobre cualquier frase que pudiera pronunciar, las devoluciones a mis poéticos y cursis escritos, las cancione...

  Hace varios días (quizás años) vengo escuchando historias que tratan de tapar con miles de excusas y argumentos una sola cosa: te dejé de querer. Y esto me ha dado mil vueltas en la cabeza. Es que, me resulta increíble la cantidad de cosas que es capaz de hacer el humano para no aceptar lo que siente, para no hacerse cargo de lo que realmente le pasa. Si es tan normal aprender a querer a alguien, expresarlo, mostrarlo, contarlo, ¿por qué está mal cuando ocurre lo contrario? Debería ser tan fácil y normal como poder decir: "Te dejé de querer". Por esto o por aquello, pero te dejé de querer. Escucho, veo, leo, miles de frases, de argumentos, de cuentos, de historias, tratando de encubrir algo tan normal como lo que realmente sentimos. Todos hemos dejado de querer a alguien, por miles de motivos. Podemos dejar de querer a amigos, a parejas, a conocidos, e incluso a familiares. ¿Y saben qué? está perfecto. Porque así como el amor se siente, también se deja de sentir. Cuando las...

  ¿Y si te dijera que todavía conservo todas nuestras fotos y que cada tanto siento la necesidad de entrar a verlas en el carretel para revivir al menos uno de todos esos bellos momentos? ¿Y si te dijera que aún tengo nuestra playlist en mi reproductor y que cada vez que quiero escuchar una canción automaticamente es la primera que pongo a sonar? ¿Y si te dijera que hasta ahora no he desechado ningún regalo que me hiciste y que aunque el tiempo pasa los guardo y los mezquino con amor? ¿Y si te dijera que no encuentro un lugar más seguro que tu abrazo y que ya me cansé de buscar? ¿Y si te dijera que extraño tu risa, tu voz, tu mirada, tu piel, tu calor? ¿Y si te dijera que no te olvidé, que no todavía no puedo y que creo que nunca podré? ¿Y si te dijera todo lo que nunca tuve el valor de decir? ¿Y si te dijera que muero porque regreses? ¿Y si te dijera que nunca quise perderte? Y si te dijera...

  Siento tantas cosas que no puedo decir. Hay tanto que nadie, absolutamente nadie puede saber. Me siento sola, mucho mas sola de lo que parezco estar. Llegan estas horas y me encuentro frente a mi reflejo, en silencio, pero sin dejar de gritar todo eso que no puedo largar. Me atormentan tantos miedos, tantas palabras que fueron pronunciadas hacia mi que todavia no he podido procesar, tantas cosas que pasaron que todavía no logo comprender, tantos pensamientos absurdos que no sé como desvanecer.  Me tiro rendida, no sé que hacer. Realmente no tengo fuerzas, no siento ser parte de este lugar, no me siento parte de lo que me rodea, de quienes están ahí. Incomprendida en medio de toda la comprensión del mundo. Y es que si, sé que están y que lo intentan, pero las frases que repiten todos una y otra vez, lejos están de ser reales. Lejos están de ayudar a calmar este huracán.  Cierro los ojos, es mi unica forma de desaparecer, al menos hasta el nuevo amanecer. Se apagan las lu...

¿La abrazas como me abrazabas? una pregunta que me hago bastante seguido... Como tantas otras... ¿Sentirá como se te escapa el corazón del pecho cuando está triste y la rodeas con tus brazos lleno de impotencia por no poderla calmar? ¿Te despertas por las noches para tapar sus hombros para que sienta la seguridad de saberte cerca? ¿La miras con una sonrisa cuando emocionada te cuenta eso que tanto le gusta hacer? ¿Será que escribís mensajes largos describiendola con lujo de detalles como me lo hacías a mi? ¿Acaso le haces una taza de leche calentita cuando sus miedos la atormentan y no puede dejar de llorar? ¿Tomarás tan fuerte de su mano al caminar como tomabas la mía? ¿Te conocerá lo suficiente como para saber cual es el gesto que haces con la mandíbula cuando hay algo que te molestó? ¿Sabrá que te gustan las caricias en el cabello hasta quedarte dormido? ¿Y se sentará a mirarte con admiración cada vez que sacas tu guitarra y comenzas a tocar? ¿Acaso te escribirá cartas para recordar...

Hoy que no estoy, se rompe el silencio. Hoy que no estoy me animo a decir todo aquello que callé durante tanto tiempo. Hoy que no estoy se caen las máscaras, aparecen las verdades, florecen las dudas. Hace tanto tiempo que ya no quería estar donde estaba, pero no encontré otra forma de escapar. No supe como decir todo aquello que me torturaba, que me pesaba, que no me dejaba caminar. Y de pronto, estaba en el precipicio, justo al borde. Pensé en vos mamá, pensé en vos papá, pensé en mis amigos, pensé en todos, pero no pude evitar saltar. No encontré otro camino, quizás, este era mi destino. O quizás, elegí que lo fuera. Quisiera que entendieran que no hay culpables, que quise volar y abrí las alas. Hoy que no estoy, los abrazo. Hoy que no estoy espero que entiendan, que escuchen, que comprendan, que amen, que se abracen, que se digan, que no callen. Hoy que no estoy, quiero que sepan que hicieron lo que pudieron, que no fue por ustedes, que no fue por nadie más que por mi, que fui yo q...

 De repente suena de fondo, esa canción, la canción. Esa misma que es el texto de mi estado de whatsapp. Y si el mundo se acaba, tu vendrías, ¿verdad?. Mucho tiempo, demasiado tiempo, estuve completamente segura de que sí. De que si algo así sucediera, volverías corriendo a mi, a abrazarme, que buscarías mis ojos, que sabrías que mis miedos me paralizan y aparecerías para darme la fuerza para correr, la calma para respirar, la paz para aún en la tormenta sonreír.  Pero, hace tiempo que siento que no te conocozco, no te reconozco. Tanto cambió en vos, tanto hay de diferente de aquellas veces en las que me prometiste que siempre estarías para mi. Ya no encuentro tus ojos, ya no escucho tu voz, ya no estás. Y sinceramente, hoy, no creo que vendrías. Ojalá me equivoque, porque yo seguramente correría a tus brazos, buscando desesperadamente la calma de tu beso en mi frente. Pero, no creo que estes ahí para recibirme, para abrigarme. Y por eso, solo por eso, hoy le temo al fin del m...

  Otra noche más en la que la melancolemia aparece para hacerme compañía, para envolverme, abrazarme y no soltarme hasta que caiga dormida. Llega casi siempre a la misma hora, recordándome que ya falta un día menos para esa triste y cruel despedida. Llega para aturdirme, marearme y dejarme totalmente confundida. No hay una sola noche en la que no aparezca, de alguna u otra manera ella estará ahí, robándome una sonrisa y quitándome una lágrima. Y no se si es buena, o si es mala, solo se que es mi fiel compañera de siempre.. Desde hace un tiempo creo que es la única que está tan cerca de mi y nunca se olvida de visitarme. Se pega esa vueltita, que ya casi es rutina. Me avisa que es un día nuevo y que te quiero un poco más que ayer. Pero a la vez me recuerda que falta un día menos para perderte. Me hace sentir sola pero me abraza. Me rodea y no me suelta. Está ahí, a veces viene en silencio, otras veces en forma de canción, a veces aparece en nuestras fotos, otras veces llega con un m...

Sí, un día menos. Un dia menos para que te vayas, un día menos para que te alejes, un día menos para perderte. Un día menos para despedirme y que mi corazón se vaya con vos. Un día menos para tener que aprender a vivir sin vos. Un día menos para que la comunicacion disminuya. Un día menos para verte por última vez. Un día menos para que llegue la soledad a mi vida una vez más. Un día menos para que tan sólo me queden recuerdos. Un día menos para sólo verte en fotos. Un día menos para que tenga que guardarme todos los besos que tengo para darte. Un dia menos para no saber si vas a volver. Un día menos para tener que empezar a vivir de otra manera, buscar otro sueño, otra ilusión. Un día menos para que tenga que recordarte con una sonrisa, esperando y deseando que ese día menos también sea un día menos para volver a verte. *Fragmento de una carta a mi amor de verano*.

  Pasé muy mal la noche, tuve uno de esos sueños que mayormente me atormentan sin sentido, sobre todo cuando comienzo a sentirme vulnerable, cosa que cuando estas cerca me pasa de seguido. Después de mas de 100 noches volví a soñar con vos, y no en las mejores circunstancias. Mucho menos de la forma en la que desearía desearte. Pero mi inconsciente me traiciona, como siempre, y me deja ver todos los miedos que guardo en los cajones de mi lugar mas secreto. Anoche te dije cuanto te quería, dijiste que vos también, y te creo, no puedo no creerte, cuando mi pecho siente semejante paz. Pero después de notar que todo es mas sombrío de lo que estaba percibiendo, despues de que el humo se desvaneció y volví  a ver la realidad que nos rodea, me cubrí. Y ahí está la diferencia, no me abrigué, sino que me cubrí. Como cuando un nene chiquito, que le tiene miedo al cuco, se tapa con las sabanas creyendo que eso hará desaparecer sus miedos y podrá dormir tranquilo. Pero eso no sucedió, mis...

Los domingos tienen ese no sé qué, siempre me remueven cosas que ni siquiera sabía que tenía dentro. El dolor me viene acompañando todos los días desde que decidí que las heridas las quiero sanar, ya no me alcanza con taparlas y esconderlas, necesito realmente curarlas. Hoy llueve, pero eso no me impidió salir a caminar por las callecitas de mi barrio porteño. Necesitaba sentir el viento fresco despeinándome, las gotas de lluvia acompañando mis lágrimas y escuchar al corazón gritar en medio del silencio. Entender que las heridas hay que desinfectarlas y lavarlas fue todo un proceso. Pero durante mi paseo bajo el frío de la tormenta que me abraza interiormente, me di cuenta que esta lección la aprendí con vos. ¿Te acordás de esa vez que te lastimaste? bueno, yo estaba ahí para cuidarte y acompañarte, pero vos decidiste hacer algo diferente. Esperaste solo unos días para que esa herida se cure lo suficiente como para fingir que todo seguía igual y volver a la cotidianeidad de tu rutina d...

  Estaba sentada, mirando fijo a la nada, de pronto me interrumpen con una pregunta que suele ser muy frecuente:  -¿Que te pasa?  Lo escuché, y respondí lo mismo que respondemos todos ante esa pregunta: nada. Y automáticamente esa respuesta se convirtió en mentira, debido a que me puse a pensar desde ese preciso instante en lo siguiente...  ¿Por qué siempre ocultamos lo que nos pasa frente a los demás? ¿Por qué es mas facil decir "nada" que explicar lo que sentimos o pensamos? ¡ah! pero después, somos los primeros en decir "nadie me entiende".  Y sí, resulta ser lógico que nadie nos comprenda si nadie sabe lo que nos pasa. Particularmente lo viví durante mucho tiempo, era algo que me carcomía demasiado, pero siempre respondía lo mismo:  nada .  ¡Mentira! me pasa de todo. Absolutamente de todo, pero tengo miedo.  ¿Miedo a que? a que ocurra lo mismo que pasa cada vez que alguien decide expresar lo que siente o piensa: críticas, quejas, incomprensión...

Hola Querido , Hoy te escribo esta carta para contarte un par de cosas. Hace tan sólo unos días, mientras pensaba en silencio, me di cuenta de que te dejé cuando entendí que habías dejado de quererme mucho tiempo antes.  Sí, lo comprendo recién hoy. Tanto tiempo después. Mil días después de haberme preguntado tantas veces el por qué de mi sentir. Todo tiene sentido, ¿sabes? tus ojos no eran los mismos. Te buscaba, pero no te encontraba, porque no estabas. Ya te había perdido. Y sí, fui yo misma quien te perdió tiempo atrás, pero te juro que la lucha por mantenerte conmigo y recuperarte fue sumamente sincera y dedicada, puse todas mis fuerzas, puse todo mi amor, y la culpa con la que cargue fue tanta que no pude sostenerla mas, ya estaba en el suelo y jamás hubiera podido levantarme si no la soltaba. Me castigabas, con o sin intención, lo hacias constantemente, con tus ojos, con tu abrazo sin magia, tu cero lucha por mi cuando bajé los brazos. Y te juro por lo que mas quieras que d...

No sabía lo que se sentía hasta que estuve ahí. No sabía como era, hasta que eso habitaba en mi. Todos te miran diferente, te esquivan, te desvían. Son tan pocos aquellos que permanecen, que se quedan, que te esperan. De pronto te sentís fugitivo estando completamente encerrado. Todos saben qué debes hacer, decir, o sentír, pero nadie como estás de verdad. Es tan fácil estar del otro lado, pero tan complicado ser quien está sentenciado. Sí, es verdad, nadie te condena, o al menos nadie dictó sentencia, pero lo sentís. La culpa te pesa en la espalda, ¿a quienes más condené yo a este pesar?¿Cuanto podría haber evitado? ¿Si lo hubiese sabido antes hubiera cambiado? ¡Cuanta consciencia me faltaba tomar! ¡Cuantas cosas no veía antes! Pero ahora las veo, y me pesan. No solo por mi, sino por todos. Pienso en mi mamá, en mi papá, en mis abuelos, en mi familia. Pienso en mis amigas, en sus amigas, en los desconocidos. Jamás creí que me volvería tan pendiente de un habito tan normalizado como el...

Hablaba con mi mejor amiga y frustrada le decía que me sentía la persona más reemplazable del mundo. En cuestión de menos de un mes, me fui, volví, y cuando quise ir a buscarlo, llegué al lugar y me encontré con la nueva noticia. Su amigo me ve llegar y me dice: "Me imagino que ya sabes que tiene novia", trago saliva y respondo automáticamente: "sisi, obvio". ¡Mentira! no tenía ni idea. De repente se me desmoronó todo. ¿Tanto tarde en tomar el coraje de volver a buscarlo? Pero, si hace tan sólo unos días hablamos, ¿por qué no mencionó que ya estaba con alguien más? Salí de ahí, me fuí a un café que había cerca, me pedí uno creyendo que eso ayudaría a calmar el nudo tremendo que tenía en la garganta y el dolor que estaba apretando mi pecho, pero por supuesto que el paso siguiente fue encerrarme en el baño a llorar desconsoladamente.  ¿Cómo pudo? ¿Tan rápido me olvidó? ¿Y todas esas estúpidas promesas de amor y cursilerías? ¿Y qué hay de eso de que no iba a andar bus...

  Hoy soy yo quien escribe la historia, y tiene los hilos. Soy quien relata, quien tiene la potestad de definir cuándo y cómo suceden las cosas, y eso se siente más que bien, porque quiero que ya comiencen a suceder. El había una vez, ya me aburrió, siempre comenzando con el pasado, siempre atados a ese verso que nadie jamás podrá comprobar cuando fué ni si sucedió, así que esta vez comienza diferente, empieza así: Hay una princesa que hoy se cansó, se sacó el vestido y los tacones, se tiró a la cama y lloró. ¿Una princesa llorando? Sí, es mi cuento y lo cuento como quiero. Una princesa enojada, frustrada, cansada y vencida, que decidió que ya no quiere fingir más, que ya no quiere seguir las reglas de lo correcto, que ya no quiere cumplir con esas formalidades tan absurdas. Hoy quiere llorar, gritar, desahogar. Una princesa que no necesita que nadie la rescate, que nadie la salve, porque aprendió que debe defenderse sola. Y por esa razón, juntó coraje, tomó su teléfono, marcó ese ...

De repente, un día, tan normal como corriente, me di cuenta de que había aprendido a vivir sin tenerte, sin pensarte, sin necesitarte. ¿Te habré olvidado? No creo. Sinceramente creo que es el hecho de la resignación suficiente y el bendito tiempo que acomoda siempre todo en su propio lugar, como quien, por más doloroso que sea, se da cuenta de que su duelo terminó, de que aprendió a convivir con esa ausencia, el temor y el dolor, y la vida sigue su curso, por más que esporádicamente los recuerdos aparezcan y traigan variedad de sentimientos, el verdadero presente lo supera, ya no estas, ya no sos parte, simplemente no formas parte, y quizás no es lo que hubiese preferido o elegido, pero es así, es la verdad, es la realidad, y si queres que te cuente un poco: no está tan mal . Todas esas cosas que creía que sin vos no lograría, las estoy logrando, poco a poco, pero lo estoy haciendo. Todos esos sueños que una vez te conté, los voy cumpliendo, algunos me di cuenta que no eran lo que rea...

La verdad es que no tengo idea de como se comienza a escribir un blog. Creo que es algo que se va dando de sólo, que debe fluir, que todos tenemos algo que contar. En mi caso puedo jurar que tengo mucho por contar, el tema es encontrar cómo hacerlo. Los años fueron acumulando miles de frases, oraciones, historias, palabras, que todas juntas forman todo aquello que soy, integran cada parte de lo que hoy en día conforma mi ser. Desde hace años derramo letras por doquier, en cada rincón voy dejando rastros de sentimientos, procesos, aprendizajes, y si bien todos dicen que debería haber hecho esto mucho antes, creo sentir que recién en este momento me siento preparada como para encarar semejante proyecto. Si debo ser totalmente honesta, resulta de suma complejidad llegar al punto de lograr reunir el coraje necesario como para dejarse ver detrás de todo aquello que pudiera llegar a trasmitir a través de este recopilado de historias, tan reales como ficticias, tan vividas como imaginadas. Es...