Devolviendome la vida
Pasé muy mal la noche, tuve uno de esos sueños que mayormente me atormentan sin sentido, sobre todo cuando comienzo a sentirme vulnerable, cosa que cuando estas cerca me pasa de seguido. Después de mas de 100 noches volví a soñar con vos, y no en las mejores circunstancias. Mucho menos de la forma en la que desearía desearte. Pero mi inconsciente me traiciona, como siempre, y me deja ver todos los miedos que guardo en los cajones de mi lugar mas secreto. Anoche te dije cuanto te quería, dijiste que vos también, y te creo, no puedo no creerte, cuando mi pecho siente semejante paz. Pero después de notar que todo es mas sombrío de lo que estaba percibiendo, despues de que el humo se desvaneció y volví a ver la realidad que nos rodea, me cubrí. Y ahí está la diferencia, no me abrigué, sino que me cubrí. Como cuando un nene chiquito, que le tiene miedo al cuco, se tapa con las sabanas creyendo que eso hará desaparecer sus miedos y podrá dormir tranquilo. Pero eso no sucedió, mis monstruos y fantasmas no se van si me escondo debajo de mis sabanas. Aunque sí suelen irse si las comparto contigo. ¿Curioso no? que seas algo así como mi monstruo mas grande pero mi lugar mas seguro. Pero te soñé, de la forma mas rara que pude, en el lugar menos esperado, te soñe con las manos llenas de sangre, con los ojos aguados, con la voz rota, tan angustiado. Y yo ahí, mirandote fijo, desconcertada, como si no pudiera hacer nada, como si no pudiera nisiquiera decirte algo que pudiera ayudar a la situación. Con el pecho explotado de preocupación, pero inmovil, incapaz de nada. Sólo concentrada en tus ojos y en tu voz. Pero no te importó, me tomaste con tanta fuerza y me sacaste corriendo de ahí, me volviste a poner a salvo, y aun con tus manos lastimadas, me abrazaste con toda la fuerza que te quedaba en el cuerpo, devolviendome el calor, devolviendome en cierta forma la vida.
Comentarios
Publicar un comentario