A mis futuros lectores:

La verdad es que no tengo idea de como se comienza a escribir un blog. Creo que es algo que se va dando de sólo, que debe fluir, que todos tenemos algo que contar. En mi caso puedo jurar que tengo mucho por contar, el tema es encontrar cómo hacerlo. Los años fueron acumulando miles de frases, oraciones, historias, palabras, que todas juntas forman todo aquello que soy, integran cada parte de lo que hoy en día conforma mi ser. Desde hace años derramo letras por doquier, en cada rincón voy dejando rastros de sentimientos, procesos, aprendizajes, y si bien todos dicen que debería haber hecho esto mucho antes, creo sentir que recién en este momento me siento preparada como para encarar semejante proyecto. Si debo ser totalmente honesta, resulta de suma complejidad llegar al punto de lograr reunir el coraje necesario como para dejarse ver detrás de todo aquello que pudiera llegar a trasmitir a través de este recopilado de historias, tan reales como ficticias, tan vividas como imaginadas. Es totalmente necesario aclarar, como siempre, que en este comprimido de textos seleccionados, encontraran demasiados conjugamientos entre la vida real y la fantasía, y que bajo ningún motivo es copia fiel de mi vida personal ni de personas exactas. Me resulta practicamente ilógico que alguien pudiera llegar a pensar en que un solo lado de una historia podría encontrarse la verdad 100 % real e irrefutable. Es por ese motivo que, antes de cualquier cosa que pudiera surgir a base de mi decisión de compartir mis textos, prefiero aclarar que jamás fui ni seré textual ni perfectamente fiel a la realidad de los hechos, historias, personajes, porque de por sí, yo soy una sola, y todo lo que pasa por la cabeza de ellos y en los hechos que los rodean, no puedo controlarlo, conocerlo ni tener exactitud alguna, por lo que sin dudas ese es el mejor lugar para dejar volar mi imaginación y jugar a completar este rompecabeza de ilusiones y emociones divagantes. Habiendo dicho esto, procedo a agradecer que ya hayas llegado hasta acá sin haber cerrado el libro, y puedo decirte que no permitiré que te aburras durante tu recorrido por estas páginas que comenzas a hojear en este preciso momento.

¡Bienvenidos!


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