Cagón
Cerrarse.. ¿eh?
¿cómo así? cagón.
Sí, te dije cagón.
¿Qué carajos es eso? Yo acá abriendo el corazón de par en par, exponiendome a las balas, dispuesta a arriesgarme a morir en el intento y vos... ¿me pones esa excusa?
Me haces dudar. Mucho. Y sí, dije: excusa. Porque es eso. O en su defecto: indecisión. Porque perdoname que te lo diga, pero eso de la coraza, el ego y el orgullo, no me ponen en una posición de amada y prioridad. No me generas ninguna especie de confianza.
¿Que si me duele? pf. un montón. Porque todas mis certezas se desvanecen con cada una de esas actitudes. Porque tus respuestas cortantes son mas afiladas que un puñal mental. ¿Cómo no dudar? Explicame.
¿De dónde saco las fuerzas para arriesgar? Dale, si dignidad ya no tengo. Ni la quiero tampoco. No me sirve. Pero dale, ¿de verdad me vas a hacer eso? ¿No ves el esfuerzo?
¿Es un castigo? Si así lo fuera, ¿te parece justo? Yo creo que ni es necesario, ni es justo. Al menos no creo merecer esos tratos. No cuando fue mutuo el contrato.
¿Seguimos juntos? Dijiste que sí, entonces.. ¿Por qué me frenas el andar? Si queres ir despacio seme claro, si queres frenar un rato, también y si no queres remar: avisame. Que tengo derecho a elegir si quedarme o no en el barco.
Me jode, sí, una banda. Me afecta hasta la médula. Me atormenta. Me aterroriza. Me desilusiona. Me desarma. Me cuesta horrores. Pero si me pedís que me quede y me das los motivos, me vuelvo tu ancla y tu puerto seguro.
¿Que si te estoy apurando? No, para nada. Pero quiero, necesito y exijo saber hacia donde estamos yendo. Quiero un mapa, una idea, una guía, ya suficiente tiempo anduvimos a la deriva.
Me da bronca de a ratos, cagón, porque quiero y prefiero refugiarme en la idea de que es por eso, por cagón, y no darle espacio a que aparezca la duda de si en realidad la verdad del trasfondo es que no es tan fuerte el amor y lugar que te nace darme.
¿Rogarte? Ni ahí. Bueno, un poco, quizás. Pero no te confíes, que si hay algo que tengo en claro es que por mucho que te quiera, que te ame, que te adore, merezco lo mismo que doy, o más. No me voy a quedar ni voy a esperar lo que no debo, lo que me duela, lo que no tenga.
¿Que si es una advertencia? Sí, tomátelo como quieras. Claridad le llamo yo. Saber que quiero y qué estoy dispuesta a dar y arriesgar.
Las cartas ya te las puse sobre la mesa. Te voy a esperar. Voy a observar tu estrategia. Tus movimientos. Tus decisiones. Tus gestos. Tus palabras. Te tengo en la mira. Pero, no te confíes, que la paciencia no es infinita, y cuando menos te des cuenta te puedo cantar truco, retruco, o hasta incluso jaque mate.
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