Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2022

Carta de Sincericidio

Hola Querido , Hoy te escribo esta carta para contarte un par de cosas. Hace tan sólo unos días, mientras pensaba en silencio, me di cuenta de que te dejé cuando entendí que habías dejado de quererme mucho tiempo antes.  Sí, lo comprendo recién hoy. Tanto tiempo después. Mil días después de haberme preguntado tantas veces el por qué de mi sentir. Todo tiene sentido, ¿sabes? tus ojos no eran los mismos. Te buscaba, pero no te encontraba, porque no estabas. Ya te había perdido. Y sí, fui yo misma quien te perdió tiempo atrás, pero te juro que la lucha por mantenerte conmigo y recuperarte fue sumamente sincera y dedicada, puse todas mis fuerzas, puse todo mi amor, y la culpa con la que cargue fue tanta que no pude sostenerla mas, ya estaba en el suelo y jamás hubiera podido levantarme si no la soltaba. Me castigabas, con o sin intención, lo hacias constantemente, con tus ojos, con tu abrazo sin magia, tu cero lucha por mi cuando bajé los brazos. Y te juro por lo que mas quieras que d...

In/Consciente

No sabía lo que se sentía hasta que estuve ahí. No sabía como era, hasta que eso habitaba en mi. Todos te miran diferente, te esquivan, te desvían. Son tan pocos aquellos que permanecen, que se quedan, que te esperan. De pronto te sentís fugitivo estando completamente encerrado. Todos saben qué debes hacer, decir, o sentír, pero nadie como estás de verdad. Es tan fácil estar del otro lado, pero tan complicado ser quien está sentenciado. Sí, es verdad, nadie te condena, o al menos nadie dictó sentencia, pero lo sentís. La culpa te pesa en la espalda, ¿a quienes más condené yo a este pesar?¿Cuanto podría haber evitado? ¿Si lo hubiese sabido antes hubiera cambiado? ¡Cuanta consciencia me faltaba tomar! ¡Cuantas cosas no veía antes! Pero ahora las veo, y me pesan. No solo por mi, sino por todos. Pienso en mi mamá, en mi papá, en mis abuelos, en mi familia. Pienso en mis amigas, en sus amigas, en los desconocidos. Jamás creí que me volvería tan pendiente de un habito tan normalizado como el...

¡Mirá si me va a olvidar!

Hablaba con mi mejor amiga y frustrada le decía que me sentía la persona más reemplazable del mundo. En cuestión de menos de un mes, me fui, volví, y cuando quise ir a buscarlo, llegué al lugar y me encontré con la nueva noticia. Su amigo me ve llegar y me dice: "Me imagino que ya sabes que tiene novia", trago saliva y respondo automáticamente: "sisi, obvio". ¡Mentira! no tenía ni idea. De repente se me desmoronó todo. ¿Tanto tarde en tomar el coraje de volver a buscarlo? Pero, si hace tan sólo unos días hablamos, ¿por qué no mencionó que ya estaba con alguien más? Salí de ahí, me fuí a un café que había cerca, me pedí uno creyendo que eso ayudaría a calmar el nudo tremendo que tenía en la garganta y el dolor que estaba apretando mi pecho, pero por supuesto que el paso siguiente fue encerrarme en el baño a llorar desconsoladamente.  ¿Cómo pudo? ¿Tan rápido me olvidó? ¿Y todas esas estúpidas promesas de amor y cursilerías? ¿Y qué hay de eso de que no iba a andar bus...

Mucha princesa para tan poco cuento

  Hoy soy yo quien escribe la historia, y tiene los hilos. Soy quien relata, quien tiene la potestad de definir cuándo y cómo suceden las cosas, y eso se siente más que bien, porque quiero que ya comiencen a suceder. El había una vez, ya me aburrió, siempre comenzando con el pasado, siempre atados a ese verso que nadie jamás podrá comprobar cuando fué ni si sucedió, así que esta vez comienza diferente, empieza así: Hay una princesa que hoy se cansó, se sacó el vestido y los tacones, se tiró a la cama y lloró. ¿Una princesa llorando? Sí, es mi cuento y lo cuento como quiero. Una princesa enojada, frustrada, cansada y vencida, que decidió que ya no quiere fingir más, que ya no quiere seguir las reglas de lo correcto, que ya no quiere cumplir con esas formalidades tan absurdas. Hoy quiere llorar, gritar, desahogar. Una princesa que no necesita que nadie la rescate, que nadie la salve, porque aprendió que debe defenderse sola. Y por esa razón, juntó coraje, tomó su teléfono, marcó ese ...

Aprendí a vivir sin vos.

De repente, un día, tan normal como corriente, me di cuenta de que había aprendido a vivir sin tenerte, sin pensarte, sin necesitarte. ¿Te habré olvidado? No creo. Sinceramente creo que es el hecho de la resignación suficiente y el bendito tiempo que acomoda siempre todo en su propio lugar, como quien, por más doloroso que sea, se da cuenta de que su duelo terminó, de que aprendió a convivir con esa ausencia, el temor y el dolor, y la vida sigue su curso, por más que esporádicamente los recuerdos aparezcan y traigan variedad de sentimientos, el verdadero presente lo supera, ya no estas, ya no sos parte, simplemente no formas parte, y quizás no es lo que hubiese preferido o elegido, pero es así, es la verdad, es la realidad, y si queres que te cuente un poco: no está tan mal . Todas esas cosas que creía que sin vos no lograría, las estoy logrando, poco a poco, pero lo estoy haciendo. Todos esos sueños que una vez te conté, los voy cumpliendo, algunos me di cuenta que no eran lo que rea...

A mis futuros lectores:

La verdad es que no tengo idea de como se comienza a escribir un blog. Creo que es algo que se va dando de sólo, que debe fluir, que todos tenemos algo que contar. En mi caso puedo jurar que tengo mucho por contar, el tema es encontrar cómo hacerlo. Los años fueron acumulando miles de frases, oraciones, historias, palabras, que todas juntas forman todo aquello que soy, integran cada parte de lo que hoy en día conforma mi ser. Desde hace años derramo letras por doquier, en cada rincón voy dejando rastros de sentimientos, procesos, aprendizajes, y si bien todos dicen que debería haber hecho esto mucho antes, creo sentir que recién en este momento me siento preparada como para encarar semejante proyecto. Si debo ser totalmente honesta, resulta de suma complejidad llegar al punto de lograr reunir el coraje necesario como para dejarse ver detrás de todo aquello que pudiera llegar a trasmitir a través de este recopilado de historias, tan reales como ficticias, tan vividas como imaginadas. Es...